A la hora
que no se marca,
sin las trampas
de los tic-tac,
caen sobre el mar
que nos separa
las varas
que miden
la inmensidad
del amar
y su cubicaje,
sin otro embalaje
que el supirar.
En el reloj
de los latidos
moran furtivos
y bohemios,
los sueños
que contruimos
sobre las tablas
del mar,
y la bandera
que ondea
es un poema
a la par
que nos recordará
que este amor
es en los dos
y lo será
hasta el final
que empiece en Dios.
Esencia
25 de noviembre de 2009
HASTA MI FINAL
Publicado por Mayte S. en 11/25/2009
Etiquetas: ILL DIVO
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