¿Que me diste, que aún insiste?
Desde esos ojos ponteando al alma,
ramos en llamas prendiendo en el ojal,
un amor a la par que desenhebra su palabra
en las líneas santas que oran al versar,
un poema que al mirar nos pone alas
y nos abraza en su palpitar.
Me embrujaste amaneciendo,
sucediendo donde todo predece,
tiñendo de verde el mismo sueño
viviendo en estreno el paso siguiente,
frente a frente con lo alto del cielo
que se hace nuestro y nos sucede.
Esencia
2 comentarios:
Precioso poema, Esencia. Te visite mucho, anteriormente, mas no había forma de poder comentar. Ahora si pude hacerlo y me alegro de poder retomar contacto.
Besos. María.
Te dio la pasión para embrujar tus ojos, y al mundo...
Saludos y un abrazo.
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